Actualmente somos una Fundación, somos un equipo de fotógrafos, comunicadores y administradores con la meta común de “DOCUMENTAR Y COMPARTIR”… Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo que “solo” era Pep, en solitario, y Pep hacía fotos de natura por el placer de hacerlas, como por ejemplo este detalle de una Urtica dioica.

En aquella época, la palabra “dioica”, parte del nombre de esta planta, no me decía nada, un nombre. Con los años y el contacto con científicos, por aquello de que “todo se pega menos la hermosura” he llegado a aprender que dioico significa: “que tiene las flores unisexuales en tallos y troncos separados”. Dicho de otra manera, hay ortigas masculinas y ortigas femeninas, unas solo producen polen y las otras solo semillas. Eso mismo pasa con muchas otras plantas, higueras, pistachos, aguacates, etc., etc.

Como que hace 30 o 40 años no sabía tanto, hice la foto que se muestra y me olvidé de las ortigas, es más, ¡las ortigas son “hierbajos” que pican! Dejó de parecerme importante.

Ahora, hace unas semanas, buscando otra cosa, me fijé en una ortiga que tenía un puntito amarillo, algo parecido a una flor diminuta.

Como que lo que buscaba no había aparecido, aproveché para documentar la U. dioica, en principio pensando en un detalle de la flor… y si, si que era una flor, masculina. En realidad lo que estaba viendo eran anteras, el recipiente del polen.

Entonces hice lo que hago siempre, ¡estudiar! Repasé el concepto de dioico y me documenté sobre las ortigas. Ya, sabiendo lo que quería, programé una serie de fotos para documentar el taxón, procuré sacar detalles de las púas, esas que tienen  ácido fórmico, resina, histamina y una sustancia proteínica, esas que nos taladran la piel con tanta facilidad y que pican tanto

Y, vista su masculinidad, pasé a buscar flores, frutos y semillas en un pie femenino. Frutos y semillas fueron fáciles de localizar, pero las flores femeninas son microscópicas, verdosas y casi transparentes, tuve que explorar el ápice de la ortiga con un cuentahilos durante un rato, y salió esto.

En realidad, el día de la ortiga lo que buscábamos era Arabidopsis thaliana, que no apareció. Pero, como no hay que dar puntada sin hilo, aprovechamos el desplazamiento a la montaña para documentar un taxón olvidado e incrementar el valor del archivo de la Fundación, lo que Pep lleva años haciendo y que la Fundación ha asumido.

Este artículo, además de entretenido para aficionados a la botánica, pretende mostrar lo que la Fundación puede hacer para investigadores y comunicadores, documentar con fotos de este estilo lo que quieran decir en sus “papers”. Pero, es más, ante el tema que se quiera publicitar, nosotros tenemos la capacidad y las instalaciones para programar “imágenes a medida”.

Porque nos pareció “ver una flor” hicimos un pequeño reportaje de documentación, “a medida”, que se puede fisgonear en:

https://drive.google.com/drive/folders/1LjkyiSMUCO6zQwOGupy924dN5jZkk98U.

Está claro que admitimos proposiciones, ver si no, en la portada de nuestra web cómo solicitar fotos o colaboración, “sin ánimo de lucro”, en vuestros trabajos.