LA FUNDACIÓN SIGUE EVOLUCIONANDO

LA FUNDACIÓN SIGUE EVOLUCIONANDO

Yo aun recuerdo mi primer equipo macro, una cámara PRACTICA de película de 36 mm, un objetivo PENTAGON 50mm/f 1,8 y un juego de tubos de extensión… ¡y alucinaba! Ved una foto obtenida con aquel equipo, escaneada si retocar, sin limpiar, con el color de la vejez, pero con la dignidad de haber abierto caminos, caminos que nos han llevado a la foto de portada.

Siguiendo nuestras ansias de superación, espoleados por el “más difícil todavía”, la Fundación acaba de adquirir dos extraordinarios objetivos de microscopio de la marca MITUTOYO, un BD Plan APO 20X/0,42 y un BD Plan APO 50X/0,55. ¡Ahora ya hablamos en micras!

En los objetivos de microscopio hay dos lineas de fabricación, los objetivos que minimizan la difracción hasta el extremo, trabajan prácticamente rozando la muestra y, si es necesario, se sumergen en aceite para tener refracciones mayores que la del aire y obtener ampliaciones más precisas y menos difracción, los objetivos típicos de biología, medicina, etc. Tienen el inconveniente, para nuestro tipo de fotografía, que no es posible iluminar la muestra como acostumbramos los fotógrafos, iluminaciones de estudio, porque no hay espacio. Solo admiten iluminación por transparencia, a contraluz. De ahí que en el mundo de la microscopía clasica, lo de tintar las muestras para obtener detalles sea un arte y una profesión (existe quien se gana la vida preparando muestras)

La otra linea, manteniendo la tecnología de fabricación de objetivos de microscopio pero sin llevar al extremo la corrección de la difracción, son los objetivos que colocan el objeto a una cierta distancia. Concretamente en nuestros dos objetivos, a 13mm y a 10mm… No es un plató de televisión, pero permite iluminar por reflexión objetos opacos. Este tipo de objetivos están destinados a aplicaciones industriales, como pueda ser análisis de aceros o estudio de rocas, que no tienen nada de transparentes.

Nosotros, en la Fundación, ya teníamos una estación de microfotografía hasta 25X. Si estais interesados, publiqué un artículo, https://fundacionpepbonetcapella.com/construccion-de-la-bonet-iii-o-como-reemplazar-un-microscopio-por-un-macro-extremo/

En realidad, hasta 10X, el objetivo LUMINAR daba la talla. A partir de ahí se notaba que perdía calidad, pero hasta hace unos días era lo mejor que teníamos. Ved unas muestras de polen de olivo con “el antes y el después”.

Acabamos de mejorar nuestro flujo de trabajo y nuestras posibilidades de colaboración.

Como siempre, nada es sencillo. Estos objetivos de microscopio “SOLO” tienen una “microscópica” profundidad de campo, el 20X de 1,6 micras y el 50X de 0,9 micras. Esto significa que, para hacer apilados y obtener una profundidad de campo decente no se puede pretender trabajar en manual. Ha habido que adquirir un carro movido por micromotor, todo controlado desde un ordenador que haga los avances con esta precisión, porque no lo he dicho, pero el 20X abarca en nuestro sensor un campo de 2,2×1,65 mm y el 50X un campo de 0,88×0,66 mm… y qué menos que aportar profundidades de campo de varias décimas de milímetro.

Pero es que una décima de milímetro son 100 micras que representan 63 fotos con el 20X o 112 con el 50X… ¡Ya llevamos fotos de hasta 600 tomas apiladas! Si que es verdad que el resultado está valiendo la pena. Por ejemplo, de las fotos anteriores de polen de olivo ¡la bestia negra de muchos alérgicos, como un servidor! Os presento el nivel al que hemos llegado, con una ampliación de este polen realizada con el BD Plan APO 50X

Esta es otra adquisición necesaria, el carro movido por un motor PAP y controlado por un PC que nos facilita el tomar 500 fotos con separaciones de micras y sin que tiemble nada. De hecho vivir para la técnica es mala cosa, pero la técnica está para ser usada… Y, en tiempos de nuestra PRACTICA, haciendo nuestras telarañas, ni soñábamos con fotografiar el polen de arriba.

Está claro que al llegar a estas ampliaciones todo son problemas. Por ejemplo, montamos, preparamos, encuadramos, iluminamos, programamos movimientos y ponemos en marcha las tropecientas tomas… En este momento, ¡cuanto más rápido mejor!, abandonamos la habitación porque solo el hecho de caminar ya hace temblar la foto ¡y sale movida! Menos mal que, con la “huida”, solo nos cargamos una o dos fotos y en el apilado no se nota. Cuando se pueda, habrá que pasar las instalaciones de la Fundación a un suelo compacto, de planta baja, para evitar vibraciones.

En la misma línea de esta hiper sensibilidad, hemos tenido que adquirir otro “gadget”, una mesa con mandos micrométricos en ejes XYZR para poder centrar las muestras, NO HAY PULSO que pueda ajustar unas micras en cualquier dirección… menos mal que hay cosas que se arreglan con dinero (en breve empezaremos a buscar mecenazgos, jajaja)

Este es el artilugio, permite mover la muestra en todos los sentidos con estos micrómetros mecánicos y eso nos permite explorar la muestra a lo largo, ancho y profundo. Por cierto, la muestra es la mancha que se ve pegada en el centro de una cosa negra colocada en un vasito de plástico translúcido… Por eso tanto artilugio para centrarla en su sitio y poder hacer las fotos.

Toda esta carrera armanentística nos permite maravillas. Por ejemplo, de esta flor de Orobanche crenata, que ya teníamos en el archivo de la Fundación… hemos podido ampliar nuestro archivo con sus microscópicas semillas, esto que veis en la foto son semillas de unos 0,2 mm, imposibles de ver a simple vista. Cuando rompemos un fruto de esta planta (como pasa con las Orquídeas) cae un polvillo negruzco, ¡son las semillas, por miles!

Si teneis interés en esta u otra planta, podeis consultar el archivo completo en https://drive.google.com/drive/folders/15UtTd9Sqy4wCr6f6L2qYfoyCfwm2shEJ. Todas estas cosas que publicamos de vez en cuando son de acceso público en nuestra web, nuestras normas, nuestras aspiraciones, nuestros archivos, incluso nuestras enseñanzas.

Pero, ¿qué utilidad tienen todas estas instalaciones? Hay que entender que el fundador, yo, Pep Bonet Capellá, siempre he tenido una profesión que nada tiene que ver con “eso”. La fotografía siempre ha sido una afición. El haber creado la Fundación ha sido porque me daba pena que mis muchos años de dedicación desaparecieran conmigo y tuve la ocurrencia de compartir mis archivos (una forma egoísta de preservar mi memoria)

Ahora que ya estoy jubilado, en vez de pasear “viendo obras”, he decidido llevar mi colaboración al extremo. Yo disfruto haciendo fotos y me “auto concedo” los caprichos que me puedo pagar, no solo pensando en mi (que si que los disfruto) sino pensando en un futuro que aprovecharán otros. Un poco la filosofía de Martin Luther King, “aunque se vaya a acabar el mundo, yo seguiré plantando mi árbol”… Hay que saber aprender de las grandes personas, y no todo debe ser mercantilista.

Por eso, en la Fundación “hacemos fotos”, por diversión, pero también ponemos a disposición pública nuestros archivos.

Pero mi gran ilusión es dejar unas instalaciones, también públicas, que representan una inversión que no se justifica para publicar un único “paper”, pero que puedan ser accesibles a investigadores y comunicadores, a la medida de sus trabajos, para poder adjuntar “aquella foto importantísima que define el tema del que se habla”. Que cualquiera pueda solicitar a la Fundación su colaboración. Que si la foto está ya hecha en el archivo, ¡perfecto! Pero que si no está, ¡se hace! En fin, estamos para colaborar.

La fotografía clásica, usada en documentación científica y en comunicación.

La fotografía clásica, usada en documentación científica y en comunicación.

LA FOTOGRAFÍA CLÁSICA, USADA EN DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA Y EN COMUNICACIÓN.

Hay muchas cosas que ya las hemos dicho en otras ocasiones, hemos criticado (por simplista, no por inadecuado) el sistema de documentar gráficamente temas con “un puñado de habichuelas sobre una cartulina, iluminadas con un flexo y fotografiadas con el móvil”. Nos habéis leído citando a auténticos entendidos en arte (aprovechamos para saludar, entre otros, a @NikSamotracia o a @fernandoplazap) porque son los que nos enseñan a “VER”, cosa imprescindible para “hacer, que no tirar,” una foto. No es esta la primera vez que defendemos que cualquier foto que se publique “debería hablar”, sea científica o artística.

Para el entomólogo, “mientras está haciendo ciencia”, la foto debe mostrar los hamuli, por ejemplo. Hilera de micro ganchillos que unen las alas de los himenópteros, tal como describe @EntomoDaily en un interesante hilo de twitter. Pero siempre será más agradable que la foto tenga “volumen” por haber controlado la iluminación, que las sombras modelen esos micro ganchillos. Nosotros somos partidarios, siempre que se pueda, de dar el mismo tratamiento de cariño a las fotos de plantas y animales que a las fotos de personas.

En esta línea, cuando publicamos siempre insistimos en que somos fotógrafos, no científicos. Llevamos una vida aprendiendo técnicas de iluminación, de composición, de color, de revelado, etc. Conocemos trucos de óptica, de macro fotografía, etc. No es que seamos especiales ni mejores que nadie, somos bastante normales entre los fotógrafos, ¡somos fotógrafos!

Y observareis que “escribimos en plural”, es que la Fundación somos un equipo, de creativos, de fotógrafos y de gestores. Bartomeu y yo llevamos media vida haciendo fotos juntos y, como cosa normal, cada uno en su estilo. Bartomeu siempre fue más “de B/W”, siempre tuvo tendencias hacia la abstracción, más interesado en el mundo antropológico y en el retrato. Su lógica evolución le ha llevado, en nuestra actualidad tecnológica y digital, a las técnicas antiguas, al revelado manual, a la fotografía estenopéica, hace años entró en el mundo del “cafenol”, revelados con café instantáneo (entre ellos valoran hasta las marcas, más o menos contraste y definición), incluso flirtea con daguerrotipos. Por descontado que con cámaras raras, a veces sin objetivo, solo con un micro agujero de pocas centésimas de milímetro, o con aquellas cámaras de fuelles inmensos… Yo he sido más “biodesagradable”, menos antropológico,  y me he quedado en técnicas más simples, mi cámara digital, mis fuelles y mis objetivos. Y, eso si, me he ido especializando en macro fotografía, me encanta el detalle en especial de plantas.

Esto nos lleva a hacer cosas divertidas, como por ejemplo un proyecto que tenemos entre manos, documentar gráficamente la fenología de la vid. Hacemos visitas semanales a una viña y vamos tomando fotos de la evolución de las cepas, como ejemplo, una muestra de mi proceso y otra de las fotos de Bartomeu.

Es patente que, siendo el mismo proyecto, el enfoque es totalmente distinto entre uno y otro fotógrafo. Si se está presentando un análisis científico de la influencia de la temperatura en la floración de la Vitis vinifera, puede que la estenopéica no aporte nada especial. Pero si estamos creando un documento informativo, la mezcla de macro detalles con visiones en B/W humaniza el documento, le da más valor en lo que se refiere a entender los procesos de la viña y por descontado que nos da una visión más ajustada a la naturaleza.

Fotos Pep Bonet

Fotos Bartomeu Lliteras

Hemos citado el Proyecto Viñas porque es algo en lo que estamos trabajando ahora y tenemos las fotos más a mano, pero muestras de técnicas antiguas que puedan participar en trabajos de difusión científica Bartomeu tiene donde elegir. Por ejemplo esta visión de uno de los caminos “secretos” en la Albufera de Mallorca, clarísimamente candidato a documentar cualquier artículo sobre la zona.

O estas muestras de detalles de vegetación, perfectamente compatibles con temas científicos, pero con el añadido de un toque artístico. DOCUMENTAR Y COMPARTIR no queda relegado exclusivamente al microscopio electrónico, DOCUMENTAR es transformar la realidad en “un documento” que cualquiera pueda interpretar… y en esto Bartomeu Lliteras tiene tanto que decir como cualquier otro fotógrafo.

Estos artículos (que podeis seguir en el blog de la Fundación) tienen dos finalidades, compartir nuestros conocimientos con todo el mundo y dar a conocer lo que hacemos en nuestra Fundación. Lo más importante es que gentes que hacen magníficos trabajos de investigación y de difusión en el mundo de la ciencia los puedan enriquecer con una documentación gráfica de buena calidad, sea con nuestra colaboración, sea con nuestras ideas, pero siempre que sea “con fotos que hablan”… Para eso creamos la Fundación.

La fotografía clásica, usada en documentación científica y en comunicación.

La fotografía clásica, usada en documentación científica y en comunicación.

Hay muchas cosas que ya las hemos dicho en otras ocasiones, hemos criticado (por simplista, no por inadecuado) el sistema de documentar gráficamente temas con “un puñado de habichuelas sobre una cartulina, iluminadas con un flexo y fotografiadas con el móvil”. Nos habéis leído citando a auténticos entendidos en arte (aprovechamos para saludar, entre otros, a @NikSamotracia o a @fernandoplazap) porque son los que nos enseñan a “VER”, cosa imprescindible para “hacer, que no tirar,” una foto. No es esta la primera vez que defendemos que cualquier foto que se publique “debería hablar”, sea científica o artística.

Para el entomólogo, “mientras está haciendo ciencia”, la foto debe mostrar los hamuli, por ejemplo. Hilera de micro ganchillos que unen las alas de los himenópteros, tal como describe @EntomoDaily en un interesante hilo de twitter. Pero siempre será más agradable que la foto tenga “volumen” por haber controlado la iluminación, que las sombras modelen esos micro ganchillos. Nosotros somos partidarios, siempre que se pueda, de dar el mismo tratamiento de cariño a las fotos de plantas y animales que a las fotos de personas.

En esta línea, cuando publicamos siempre insistimos en que somos fotógrafos, no científicos. Llevamos una vida aprendiendo técnicas de iluminación, de composición, de color, de revelado, etc. Conocemos trucos de óptica, de macro fotografía, etc. No es que seamos especiales ni mejores que nadie, somos bastante normales entre los fotógrafos, ¡somos fotógrafos!

Y observareis que “escribimos en plural”, es que la Fundación somos un equipo, de creativos, de fotógrafos y de gestores. Bartomeu y yo llevamos media vida haciendo fotos juntos y, como cosa normal, cada uno en su estilo. Bartomeu siempre fue más “de B/W”, siempre tuvo tendencias hacia la abstracción, más interesado en el mundo antropológico y en el retrato. Su lógica evolución le ha llevado, en nuestra actualidad tecnológica y digital, a las técnicas antiguas, al revelado manual, a la fotografía estenopéica, hace años entró en el mundo del “cafenol”, revelados con café instantáneo (entre ellos valoran hasta las marcas, más o menos contraste y definición), incluso flirtea con daguerrotipos. Por descontado que con cámaras raras, a veces sin objetivo, solo con un micro agujero de pocas centésimas de milímetro, o con aquellas cámaras de fuelles inmensos… Yo he sido más “biodesagradable”, menos antropológico,  y me he quedado en técnicas más simples, mi cámara digital, mis fuelles y mis objetivos. Y, eso si, me he ido especializando en macro fotografía, me encanta el detalle en especial de plantas.

Esto nos lleva a hacer cosas divertidas, como por ejemplo un proyecto que tenemos entre manos, documentar gráficamente la fenología de la vid. Hacemos visitas semanales a una viña y vamos tomando fotos de la evolución de las cepas, como ejemplo, una muestra de mi proceso y otra de las fotos de Bartomeu.

Es patente que, siendo el mismo proyecto, el enfoque es totalmente distinto entre uno y otro fotógrafo. Si se está presentando un análisis científico de la influencia de la temperatura en la floración de la Vitis vinifera, puede que la estenopéica no aporte nada especial. Pero si estamos creando un documento informativo, la mezcla de macro detalles con visiones en B/W humaniza el documento, le da más valor en lo que se refiere a entender los procesos de la viña y por descontado que nos da una visión más ajustada a la naturaleza.

Fotos Pep Bonet

Fotos Bartomeu Lliteras

Hemos citado el Proyecto Viñas porque es algo en lo que estamos trabajando ahora y tenemos las fotos más a mano, pero muestras de técnicas antiguas que puedan participar en trabajos de difusión científica Bartomeu tiene donde elegir. Por ejemplo esta visión de uno de los caminos “secretos” en la Albufera de Mallorca, clarísimamente candidato a documentar cualquier artículo sobre la zona.

O estas muestras de detalles de vegetación, perfectamente compatibles con temas científicos, pero con el añadido de un toque artístico. DOCUMENTAR Y COMPARTIR no queda relegado exclusivamente al microscopio electrónico, DOCUMENTAR es transformar la realidad en “un documento” que cualquiera pueda interpretar… y en esto Bartomeu Lliteras tiene tanto que decir como cualquier otro fotógrafo.

Estos artículos (que podeis seguir en el blog de la Fundación) tienen dos finalidades, compartir nuestros conocimientos con todo el mundo y dar a conocer lo que hacemos en nuestra Fundación. Lo más importante es que gentes que hacen magníficos trabajos de investigación y de difusión en el mundo de la ciencia los puedan enriquecer con una documentación gráfica de buena calidad, sea con nuestra colaboración, sea con nuestras ideas, pero siempre que sea “con fotos que hablan”… Para eso creamos la Fundación.

Las tradiciones… por Semana Santa, fotos de orquídeas

Las tradiciones… por Semana Santa, fotos de orquídeas

Cuando empecé a hacer fotos, en el siglo pasado, cuando descubrí el tema de la botánica, uno de mis primeros temas recurrentes fueron las Orquidáceas: Serapias, Ophrys, Orchis, Himantoglossum, Anacamptis, Gennaria, etc.

Luego me “enfrasqué” con las semillas y dejé de fotografiar flores, al menos pasaron a segundo plano. La Serapias que encabeza este artículo o estas Anacaptis son una muestra de aquella época.

De repente en un pinar, al lado de las salinas de Ibiza, encontrabas estas Gennarias (que no tienen gran apariencia estética) y quedabas prendado, por aquello de haber encontrado una Orquidácea que no tenías, una “muesca” más.

Luego, cuando me centré en las semillas, descubrí que las Orquidáceas eran “un mal candidato” para mi archivo. Las Orquidáceas se reproducen por semilla, pero, probablemente, son las semillas más pequeñas de la naturaleza, son normales los 0,1mm, para nuestros ojos simplemente polvo… Y yo empezaba con un equipo limitado.

No fue hasta la edición del libro “DIÁSPORAS. Frutos y semillas de la flora balear. DISPERSIÓN” que tuve que volver a las Orquidáceas, obligadamente. Las tres fotos anteriores pertenecen a un Himantoglossum, Un ovario maduro, abierto con una especie de pelusa que en realidad son semillas y una vista de microscopio de las mismas. Actualmente disponemos de mejor equipo, pero fue una primera aproximación, suficiente para ilustrar un libro sobre dispersión de las plantas.

Actualmente, la Fundación tiene en marcha un proyecto para montar un banco de trabajo de micro fotografía con magnificaciones desde X20 hasta X100. El proyecto es abarcar campos de imagen desde 2,2×1,65mm hasta 0,44×0,33mm, campos reproducidos en archivos de 51Mpx, de 8256×6192 píxels. Mal irá que no podamos presumir de una excelente definición de un micra.

Como que los “tempos” de la naturaleza son unos y los “tempos” de la Fundación, sobre todo los económico-financieros son otros, hemos vuelto a las Orquidáceas con la intención de explotar nuestro futuro equipo de microfotografía. Estamos haciendo esta campaña, refotografiando, ampliando las típicas fotos del labelo de la orquídea con detalles de su sistema reproductivo, por ejemplo este polínio de una Orchis sphegodes que se intuye escondido debajo del sépalo y que hemos reproducido y magnificado.

Mientras, guardamos ovarios repletos de semillas para, cuando podamos disponer del nuevo equipo, tener hecho el trabajo de campo y no tener que esperar una próxima campaña. Por ejemplo esta Ophrys tenthredinifera.

Como curiosidad, en los polínios anteriores se aprecian puntitos blancos, evidentemente polen. En el momento del revelado, ampliado el archivo al 100%, observamos que polen sí, pero aparenta polen de pino, por otro lado cosa lógica porque la orquídea estaba en un pinar. El detalle del labelo nos permite opinar.

Algunas de estas fotos son preciosas, como fotógrafos esto es lo que nos atrae, pero para científicos y comunicadores, intentamos incluir en ellas la precisión, la exactitud y la veracidad, para que su arte sirva para ampliar el conocimiento. Nuestro lema, “DOCUMENTAR Y COMPARTIR” va dirigido a todas estas personas que su curiosidad les lleva a aprender de la naturaleza, pero que necesitan imágenes para comunicarse con el mundo.

Ricinus communis, entre la medicina y el terror

Ricinus communis, entre la medicina y el terror

Quien más, quien menos, ha oído hablar del aceite de ricino, un laxante potente de sabor desagradable, una aplicación médica que debe dejarse a prescripción del galeno. También está en la memoria popular su uso para la tortura, de triste memoria en muchas guerras. Incluso, tambien, con usos industriales como pueda ser actuar de excelente lubricante en motores de dos tiempos de competición, con la salvedad que exige un mantenimiento extra del motor.

Pero pasemos a hablar de fotografía, que es lo nuestro. La foto de portada muestra las semillas del Ricinus communis, una especie de “garrapatas” infladas y que, según Plinio, a eso debe el nombre la planta.

Esta foto la hicimos en el año 2003, en plena efervescencia de la documentación de semillas. Hicimos esta toma y, como es una planta muy común en Mallorca, no hicimos nada más, la desidia de “lo vulgar”. En el 2017, catorce años más tarde, y a raíz de escribir el libro “DIÁSPORAS, Frutos y Semillas de la Flora Balear, DISPERSIÓN”, hubo que acompañar estas semillas con sus frutos y se hicieron unas tomas de emergencia, “para el libro”

Curiosamente, la foto de cabecera entra en un grupo que nos hemos permitido criticar en ocasiones, la foto simple, sin “composición”, consistente en “un puñado de semillas sobre una cartulina, iluminadas con un flexo”. Mantenemos nuestro parecer, pero también es verdad que las reglas están para contravenirlas. En este caso, el puñado de semillas tiene fuerza por si mismo, no necesita resaltar ni con puntos fuertes, ni con diagonales, estas “garrapatas” son interesantes por si mismas.

Hasta ahora, en el año 2023, veinte años después de las garrapatas, no habíamos vuelto a pensar en el ricino… hasta que pasando por un camino vimos un ricino florido.

A decir verdad, ver estas flores nos creó un cargo de conciencia, las semillas son espectaculares, pero es que las flores no les van a la zaga.

Estos botones y la flor abierta son flores masculinas. Estamos viendo los estambres rematados por anteras que liberarán polen en el aire, para fecundar las flores hembra que habrá en el ápice de la misma rama, porque el Ricinus communis es una planta monoica, flores masculinas y femeninas en la misma rama (no hace mucho, dedicamos un artículo a la Urtica dioica, que, como su nombre indica, “chicos y chicas” viven en plantas separadas, se puede consultar en https://fundacionpepbonetcapella.com/la-ortiga-mayor/ )

Y aquí están las flores femeninas del ricino

O un detalle de un fruto incipiente, esos frutos que terminarán “rellenos de garrapatas infladas”.

Un detalle de lo que significa “monoico”,

En fin, ahora que el archivo de Ricinus communis está más documentado, nosotros nos sentimos mejor.

Eso no significa que el archivo esté cerrado, casi cualquier tema se puede convertir en infinito, faltan fotos del polen, detalles de la sección de los frutos, ampliaciones de las anteras, estomas, etc., etc.

Pero si un botánico o un comunicador quisiera hacer un artículo sobre esta planta, desde la Fundación ya le podemos ofrecer una visión general. Incluso, como ya hemos dicho en otras ocasiones, se podrían hacer “fotos a medida” del comunicado que se quisiera presentar.

Ya que hemos empezado por glosar las virtudes del ricino, terminaremos diciendo que del contenido de la semilla se saca el aceite, pero que hay que saber que la piel de la semilla contiene ricina y esta es tremendamente venenosa, es más, se trata de un veneno sin antídoto, realmente terrorífico.

Hace años, salió en prensa mundial una real y a la vez peliculera historia de espías, telón de acero incluído, donde, precisamente, hubo un asesinato disparando un balín con pistola de aire comprimido y relleno de ricina.

Bueno, quedémonos con la parte fotografica y dejemos las anécdotas como decoración del escrito. Medicina y terrores aparte, a nosotros estas flores, frutos y semillas nos parecen preciosos.